Ficha técnica:
Título: Madame Bovary.
Autor: Gustave Flaubert.
Género: novela.
Año de publicación: 1857.
Páginas: 456.
Temas: amor, vanidad, adulterio.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert es, sin duda, uno de los mayores clásicos de la literatura universal y su impacto en la cultura ha traspasado las fronteras de la literatura. Pero, como a toda gran obra, a esta la rodean historias y datos sorprendentes que ayudan a agrandar su mito y su importancia.
Como leeremos esta obra en mi Club de lectura, me decidí a investigar un poco más sobre ella y encontré estos son 10 datos sobre Madame Bovary de Gustave Flaubert que te van a encantar.
1- Gustave Flaubert fue enjuiciado por las “descripciones explícitas” de Madame Bovary
Para entender por qué este libro causó tanto escándalo cuando fue publicado, primero tenemos que saber de qué trata Madame Bovary.
El libro de Flaubert cuenta la historia de Emma, una campesina que se casa con un médico mayor que ella, Charles Bovary, para escapar de la monotonía de la vida rural. Emma se desilusiona rápidamente tanto de su marido como de sus costumbres provincianas. En busca de un amor apasionado y de lujosas posesiones, Emma se involucra en relaciones extramatrimoniales y despilfarra el dinero de su marido.
Aunque Emma acaba recibiendo su merecido, las francas descripciones del adulterio de Flaubert escandalizaron a los lectores franceses y provocaron un juicio por obscenidad. El juicio duró sólo un día, y tanto Flaubert como La Revue de Paris, la revista en la que fue publicada la obra, fueron absueltos una semana después. Tras la batalla legal de Flaubert, Madame Bovary se publicó como una novela en dos volúmenes en 1857 y tuvo un éxito rotundo motivado sin duda por este escándalo.
Antes, desde 1851, el novelista había escrito 4.500 folios que había cribado hasta dejar una versión final de 500. Maxime du Camp y Louis Bouilhet, sus editores, lo presionaron para que prescindiera de 30 páginas para evitar a la censura pero, como vemos, aún así fue censurada.
2- Flaubert asistió a un baile en vida real como al que fue Emma
Uno de los capítulos más memorables de Madame Bovary podría ser aquel en el que Emma asiste a un baile organizado por uno de los pacientes de Charles, el marqués de Andervilliers. El baile, repleto de música, buena comida e invitados de élite, despierta el apetito de Emma por una vida de lujo.
El evento se inspiró en un baile real al que Flaubert asistió con sus padres en 1836, cuando tenía 14 años. Celebrado por un aristócrata local, la experiencia impresionó tanto a Flaubert que también describió elementos de la misma en su primer relato corto «Quidquid Volueris« (1837) y en una carta de 1850 a un amigo.
3- Uno de los procesos de escritura mejor documentados
Poco antes de que se publicara Madame Bovary, Flaubert puso fin a un romance de varios años con la poeta casada Louise Colet. Flaubert conoció a Colet en 1846, poco después de que su hermana, Caroline, muriera al dar a luz.
Flaubert y Colet se enamoraron e intercambiaron cartas a lo largo de su relación intermitente. Muchas de las misivas de Flaubert describen su proceso creativo durante la redacción de Madame Bovary, lo que convierte la génesis de la novela en «una de las mejor documentadas de la ficción», según la crítica literaria Renee Winegarten. Flaubert le contaba allí, entre otras cosas, lo obsesivo y perfeccionista que era con su escritura.
Dato curioso: la última carta de Flaubert a Colet, escrita en 1855, dice: «Me han dicho que viniste a mi apartamento tres veces para intentar hablar conmigo. No estuve y no volveré a estar para ti».
4- ¿Inspirada en un hecho real?
La trama de Madame Bovary se inspiró en parte en una noticia sensacionalista protagonizada por una mujer francesa llamada Delphine Delamare. A la edad de 17 años, Delamare abandonó su hogar rural para casarse con un funcionario de sanidad que, al igual que Charles Bovary, también era viudo. La historia de Delamare tiene muchísimas similitudes con la de Emma que no revelaré acá para no dar spoilers.
5- «Madame Bovary soy yo mismo»
Cuando la gente le preguntaba a Flaubert cómo se había inspirado para crear el personaje de Emma Bovary, era famosa su respuesta: «Madame Bovary soy yo mismo». Sin embargo, algunos estudiosos piensan que la personalidad extravagante (si no huidiza) de Emma Bovary también se inspiró en el antiguo amante de Flaubert, Colet. La esposa del escultor James Pradier, una adúltera derrochadora, también podría haber influido en Flaubert para crear a Emma.
6- Flaubert tardó 5 años en escribir Madame Bovary
El autor pasaba hasta doce horas diarias escribiendo en su escritorio, e incluso gritaba las frases para medir su ritmo. A veces tardaba hasta una semana en terminar una sola página, y un año de trabajo dio lugar a sólo 90 páginas.
Por el contrario, Flaubert empleó sólo 18 meses en escribir el primer borrador de 500 páginas de La tentación de San Antonio, la novela de 1874 en la que pasó la mayor parte de su vida adulta. (Esta primera versión era tan exagerada que el mejor amigo de Flaubert, el poeta Louis Bouilhet, le sugirió que «la arrojara al fuego y no volviera a hablar de ella»).
Uno de los rasgos por los que más se conoce y valora la obra de Flaubert es porque su prosa está escrita con extremo cuidado. El escritor francés era muy perfeccionista y no dejó nunca de buscar «Le mot juste«, es decir, la palabra justa.
En Cartas a un joven novelista, Mario Vargas Llosa explica el estilo de Flaubert y su obsesión por la perfección.
«No sé si usted sabe que Flaubert tenía, respecto del estilo, una teoría: la del mot juste. La palabra justa era aquella —única— que podía expresar cabalmente la idea. La obligación del escritor era encontrarla. ¿Cómo sabía cuándo la había encontrado? Se lo decía el oído: la palabra era justa cuando sonaba bien. Aquel ajuste perfecto entre forma y fondo —entre palabra e idea— se traducía en armonía musical, por eso, Flaubert sometía todas sus frases a la prueba de «la gueulade» (de la chillería o vocerío). Salía a leer en voz alta lo que había escrito, en una pequeña alameda de tilos que todavía existe en lo que fue su casita de Croisset: la allée des gueulades (la alameda del vocerío). Allí leía a voz en cuello lo que había escrito y el oído le decía si había acertado o debía seguir buscando los vocablos y frases hasta alcanzar aquella perfección artística que persiguió con tenacidad fanática hasta que la alcanzó».
7- Al principio de Madame Bovary, Flaubert agradece a su abogado
Flaubert dedicó Madame Bovary a Bouilhet y escribió su epígrafe a su abogado, Marie-Antoine-Jules Senard, que defendió con éxito a Flaubert durante su juicio de 1857. Este último dice:
Querido e ilustre amigo,
Permíteme inscribir tu nombre en la cabecera de este libro y sobre su dedicatoria, pues es a ti, más que a nadie, a quien debo su publicación. Al pasar por sus magníficos alegatos en el tribunal, mi obra ha adquirido, a mis ojos, una especie de autoridad inesperada. Le ruego, pues, que acepte aquí el homenaje de mi gratitud, que, por muy grande que sea, nunca alcanzará la altura de su elocuencia ni de su devoción.
– Gustave Flaubert.
8- Una obra maestra perdida: la primera traducción al inglés
La primera traducción al inglés que se conoce de Madame Bovary fue realizada por Juliet Herbert —la institutriz de la sobrina de Flaubert, Caroline— entre 1856 y 1857. Los estudiosos no saben demasiado sobre Herbert, ya que su correspondencia con Flaubert se ha perdido, pero algunos la consideran la amante del autor.
Se ha afirmado que Caroline o el propio Flaubert quemaron sus cartas, pero otros documentos demuestran que Herbert y Flaubert eran al menos amigos, y que Herbert daba clases de inglés al autor. El dúo trabajó en la traducción al francés del poema de Byron «El prisionero de Chillón», y en algún momento decidieron también abordar Madame Bovary.
Flaubert tenía tan buena opinión del trabajo de Herbert que, en mayo de 1857, escribió una carta a Michel Lévy, el editor parisino de Madame Bovary, en la que le informaba que «bajo mis ojos se está realizando una traducción al inglés que me satisface plenamente. Si va a aparecer una en Inglaterra, quiero que sea ésta y no otra». Más tarde, se referiría a la traducción de la institutriz como una «obra maestra».
Aunque la versión de Herbert de Madame Bovary cumplía con los exigentes estándares de Flaubert, nunca llegó a la imprenta. (Los historiadores creen que Lévy podría haber fracasado o haberse negado a conseguir un editor inglés para la institutriz). La traducción de Herbert y su importancia para Flaubert quedaron en el olvido hasta que la académica Hermia Oliver abogó por su reconocimiento en su libro Flaubert and an English Governess en 1980. A día de hoy, no se ha encontrado ni la traducción de Herbert ni una imagen de ella.
9- La hija de Karl Marx tradujo la obra al inglés en 1886
En 1885, el editor londinense Henry Vizetelly contrató a la hija de Karl Marx, Eleanor Marx, para realizar la primera gran traducción al inglés de Madame Bovary que se publicó al año siguiente [PDF].
«La tragedia de los personajes de Flaubert», escribió Marx, «reside… en el hecho de que actúan como lo hacen porque deben hacerlo. Puede ser inmoral, contrario incluso a sus propios intereses personales, actuar así o de esta manera; pero debe serlo: es inevitable.»
10- Madame Bovary sigue inspirando a artistas y escritores en la actualidad
Aunque fue creado en el siglo XIX, el personaje de Emma Bovary —una mujer anhelante e insatisfecha; «el ama de casa desesperada original», en palabras de un crítico moderno— sigue resonando en escritores y artistas por igual. Muchos autores trabajaron después la historia de una mujer adúltera, como Lev Tolstói con Ana Karénina.
Lena Dunham utiliza una cita de Madame Bovary como epígrafe en Not That Kind of Girl, su colección de ensayos autobiográficos de 2014. La ilustradora británica Posy Simmons publicó en 1999 una novela gráfica, Gemma Bovery, que recrea la historia con expatriados ingleses en Francia. Tanto Rory Gilmore, de la serie de televisión Gilmore Girls, como Carmela Soprano, de Los Soprano, han aparecido en pantalla leyendo Madame Bovary.
La novela también ha sido adaptada a la gran pantalla en múltiples ocasiones (y en múltiples países), siendo la última una versión de 2014 de la directora Sophie Barthes protagonizada por Mia Wasikowska como Emma y Henry Lloyd-Hughes como Charles.
Mira aquí el tráiler de la película completa de Madame Bovary (2015):
Me impresiono su perfección para escribirla,tardar tanto tiempo y decirlas en vos alta para ver como se sentian.