Neruda, Borges, Benedetti, Jattin y Szymborska unidos en esta lista de algunos de mis poemas de amor favoritos. Si estás buscando inspirarte para escribir tu poema de amor, o quieres encontrar uno perfecto para dedicar, esta lista de poesía amorosa es lo que necesitas.

Mira este artículo en video >>

Ya lo sé, ya lo sé. Estás buscando poemas de amor cortos para dedicar.

He estado ahí, créeme.

En algún momento de nuestras vidas todos hemos dedicado una canción o un poema de amor. Incluso algunos nos hemos atrevido y hemos escrito un poema de amor a nuestra amada (los míos eran horribles, pero eran con mucho amor… ¡no me juzguen!).

🔗 Te puede interesar: 6 poemas de amor cortos de Gabriel García Márquez

Pero seamos sinceros, no todos tenemos esa vena poética, ese ritmo, esas cadencias, esas palabras precisas para expresar nuestros más grandes sentimientos en frases de amor que rimen, que sean bonitas y que enamoren.

Afortunadamente, existen muchos escritores que sí la tienen y nosotros podemos inspirarnos en ellos, o pedir prestadas sus palabras para dárselas a nuestros amores.

Así que aquí te traigo en El Estante Literario® los siguientes poemas cortos de amor que están entre mis favoritos de todos los que leído porque son diferentes, no son comunes, ni cursis, ni melosos como la mayoría de los poemas de amor. Son en cambio sencillos, sin mucha rima pero profundamente evocativos y tiernos como para mí es el amor.

🔗 El poema de amor más hermoso (y famoso) de Julio Cortázar.

Yo no soy un lector super asiduo de poesía, y de hecho la poesía de amor es la que menos leo: prefiero la poesía de la vida, de lo cotidiano, de las cosas comunes. Sin embargo, últimamente he leído más poesía que siempre y quería traerles algunos poemas para que se inspiren, los conozcan y los dediquen, claro. 

Si conocen alguno que les encante, déjenmelo en los comentarios.

La noche en la isla – Pablo Neruda

Este poema de amor me gusta mucho. Me transmite imágenes muy claras y colores muy definidos. Tiene una sonoridad magnífica pero no es de rima sino de un ritmo que vive al principio, en el centro y al final de cada verso.

El poema fue escrito en 1952 y salió por primera vez en el libro Los versos del capitán. Yo lo tengo en la Edición conmemorativa de Pablo Neruda hecha por la RAE y es, sin duda, uno de los poemas que más me gustan del poeta chileno.

La noche en la isla

Toda la noche he dormido contigo
junto al mar, en la isla.
Salvaje y dulce eras entre el placer y el sueño,
entre el fuego y el agua.

Tal vez muy tarde
nuestros sueños se unieron
en lo alto o en el fondo,
arriba como ramas que un mismo viento mueve,
abajo como rojas raíces que se tocan.

Tal vez tu sueño
se separó del mío
y por el mar oscuro
me buscaba como antes
cuando aún no existías,
cuando sin divisarte
navegué por tu lado,
y tus ojos buscaban
lo que ahora—pan, vino, amor y cólera—
te doy a manos llenas
porque tú eres la copa
que esperaba los dones de mi vida.

He dormido contigo
toda la noche mientras
la oscura tierra gira
con vivos y con muertos,
y al despertar de pronto
en medio de la sombra
mi brazo rodeaba tu cintura.
Ni la noche, ni el sueño
pudieron separarnos.

He dormido contigo
y al despertar tu boca
salida de tu sueño
me dio el sabor de tierra,
de agua marina, de algas,
del fondo de tu vida,
y recibí tu beso
mojado por la aurora
como si me llegara
del mar que nos rodea.

Casi obsceno – Raúl Gómez Jattin

Jattin es, sin duda, mi poeta colombiano favorito. No es que conozca muchos, pero es que Jattin es tan bueno.

Lo conocí por un poema que se llama “Qué te vas a acordar Isabel”, que es uno de mis poemas de desamor favoritos, cuando un profesor de la universidad lo recitó en plena clase. Pero como hoy no nos dedicaremos a los poemas de desamor, como es ese, sino a los poemas de amor, quise escoger de Raúl Gómez Jattin el poema “Casi obseno”.

“Casi obsceno” fue escrito entre 1982-1987 publicado en Del amor. Este poema de amor corto me encanta por lo erótico que es, esas imágenes tan sencillas pero poderosas como “la mano que baja” y lo fluido que es hace que este poema se nos presente muy claro.

Casi obsceno

Si quisieras oír lo que me digo en la almohada
el rubor de tu rostro sería la recompensa
Son palabras tan íntimas como mi propia carne
que padece el dolor de tu implacable recuerdo

Te cuento ¿sí? ¿no te vengarás un día? Me digo:
Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja
Y en tu sexo el milagro de una mano que baja
en el momento más inesperado y como por azar
lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado. 

No soy malvado trato de enamorarte
intento ser sincero con lo enfermo que estoy
y entrar en el maleficio de tu cuerpo
como un río que teme al mar,
pero siempre muere en él.

El amenazado – Jorge Luis Borges

¡Qué decir de este poema de Borges!

Ya dije algunas cosas en este artículo e incluso lo grabé con Versonido en una calidad increíble.

Este poema lo conocí en el epígrafe de un libro de poesía de amor de un amigo, John Franco, que tiene unos poemas hermosos de los que les hablaré después.

Este poema habla de lo inofensivos que somos ante el amor cuando este nos invade. Habla de los miedos que vienen con el enamoramiento de una forma tan sencilla, tan humilde y con unos versos tan maravillosos que hace que sea uno de mis poemas favoritos de todos.

El amenazado fue escrito por Jorge Luis Borges en 1972, publicado originalmente en El oro de los tigres.

El amenazado

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero
Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis
muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?

Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por
las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.

Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera
y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo. 

Bienvenida – Mario Benedetti

A mí me gustan muchos poemas de Mario Benedetti, pero hay que admitir que este poeta uruguayo puede ser un poco cursi a veces. Demasiado tierno.

Este poema en específico me gusta y me lo sé de memoria porque se para en una situación de expectativa, de espera, y hace que el poema tenga esa ansia, esa ilusión por lo que llega.

Me gusta mucho cómo Benedetti resignifica muchas palabras “enumero”, “nostalgie” y eso le da una amplitud muy grande a sus palabras.

Bienvenida fue publicado en el libro Poemas de otros (1973-1974):

Bienvenida

Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero.

Después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco.

Yo nostalgio
tu nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie.

Tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros

No olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable

Ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza

Sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.

Amor a primera vista – Wislawa Szymborska

El siguiente poema es de una poeta polaca, Premio Nobel en 1996, que me gusta mucho. Creo que llegué a ella por una gran amiga que tiene un especial olfato para la buena poesía.

El poema se llama se llama “Amor a primera vista” y fue publicado en Fin y principio en 1993 y nos presenta con imágenes hermosas esa pregunta que muchos nos hemos hecho en algún momento ¿qué estará haciendo en este momento, mientras yo leo este blog, el amor de mi vida?

Amor a primera vista

Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
—quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún «lo siento»
o el sonido de «se ha equivocado» en el teléfono—,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.

Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.

Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.

Hey lector, ¿qué opinas de estos poemas de amor? ¿ya tienes a quién dedicarlo? Cuéntame tu favorito en los comentarios y déjame algún recomendado también.

¡Buena lectura!

🔗 Las mejores frases de amor de Rayuela de Julio Cortázar.

¡Comenta y comparte tus frases de amor favoritas!