"Amargura para tres sonámbulos" es un cuento escrito por Gabriel García Márquez en 1949 y publicado en 1974 en Ojos de perro azul. Conoce de qué trata este enigmático cuento.

Ficha técnica:

Título: Amargura para tres sonámbulos.
Género: cuento.
Autor:
Gabriel García Márquez.
Año de publicación:
1949 (El Espectador); 1974 (Ojos de perro azul).
Páginas:
4.
Temas: muerte, sueño.

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Muchos me preguntan por dónde empezar a leer a Gabriel García Márquez. Es difícil responder a esa pregunta.

Pero si la pregunta fuera por dónde NO empezar a leer a Gabo, la respuesta sería fácil: el cuento «Amargura para tres sonámbulos».

Resumen Amargura para tres sonámbulos

“Amargura para tres sonámbulos” cuenta la historia de una mujer que se abandona a sí misma en un rincón de la casa y empieza a disolverse, a perder su contacto con la realidad después de sufrir una honda pena que la embarga. Con ella viven otros tres que «desde hace mucho tiempo atrás» son también adultos, pero menores que la mujer protagonista que deambula por la casa día y noche, perdiéndose en las alucinaciones y sueños que, al final, la llevan a abandonarse, sin alegría ni esperanzas, a la muerte.

Análisis literario

“Amargura para tres sonámbulos” es el cuarto cuento del libro Ojos de perro azul, una colección de cuentos publicada en 1974 que reúne textos tempranos de Gabriel García Márquez.

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Estas narraciones, que el autor escribió entre sus diecinueve y veinticuatro años, habían sido publicadas en diversos periódicos. Sin embargo, después de la fama internacional del autor, empezaron a ser publicados en ediciones pirata por editoriales no autorizadas y de dudosa reputación. Esto obligó a los editores de Gabo, que aún no había ganado el Premio Nobel de literatura, a publicar en un libro autorizado (titulado Ojos de perro azul, como uno de los cuentos que lo componen) estas narraciones únicas.

Y digo únicas porque son un testimonio de los primeros experimentos narrativos de García Márquez y, como tal, muestras diáfanas de algunas influencias literarias del joven periodista.

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Tal es el caso de “Amargura para tres sonámbulos”, aparecido en diario El Espectador (Colombia) el 13 de noviembre de 1949, y muy influenciado por la narrativa de William Faulkner. Según Olaciregui, la influencia se ve en este cuento porque García Márquez “usa la utilería de la literatura fantástica, elementos propios de la psicosis: hiperestesia, muerte consciente, drogadicción, el doble, multiplicación de ciertos personajes, confusiones de espacio y tiempo.”

Mi carrera de cuentista continuó con lo poco que pude escribir casi por complacer al maestro Zabala: «Diálogo del espejo» y «Amargura para tres sonámbulos», publicados por El Espectador. Aunque en ambos se notaba un alivio de la retórica primaria de los cuatro anteriores, no había logrado salir del pantano.

Vivir para contarla, Gabriel García Márquez (p. 424).

Pero bueno, entrémosle propiamente al cuento. ¿De qué trata “Amargura para tres sonámbulos”? ¿cuál es su idea principal?

Esta es una narración oscura, melancólica y triste. Es como si entráramos a una habitación lúgubre y fría donde apenas si podemos definir los contornos en la oscuridad y escuchar el sonido del ambiente al aguzar el oído.

En este cuento no sabemos nada: ni el nombre de los personajes, ni qué hacen, ni el espacio o tiempo donde transcurre la historia. Solo sabemos que en una casa de dos pisos con un patio viven cuatro personas. Una de ellas, la mayor, es mujer.

Esta mujer, que sufre una pena honda (quizás de amor), parece haber perdido el sentido de la vida, de la existencia. Deambula sin rumbo por la casa y un día, mientras cenan, decide sentarse en un rincón y pasar ahí el resto de su vida “sin volver a sonreír”.

Los otros tres habitantes de la casa la observan desvanecerse y temen, y saben, que ella no volverá a ser normal jamás. Aunque parecen guardar una pequeña esperanza que revelan al final del cuento.

El narrador, que habla por él y por las otras dos personas, nos cuenta algunos episodios de ese desvanecer, como aquel de una mañana en que la encontraron boca abajo en el patio, tiesa e inconsciente hablando de un grillo que oía intentando tumbar la pared de su cuarto.

Amargura para tres sonámbulos
Ilustración «Bitterness for Three Sleepwalkers» por Anton Marrast en Flickr

Son pocas cosas las que se pueden deducir de este relato críptico y codificado, vago e inasible. Pero pareciera que eso precisamente busca García Márquez en esta narración: la indefinición, el enigma y la oscuridad.

Es un cuento muy diferente a la obra posterior de Gabo, con la que, sin embargo, tiene alguna resonancia que me pareció interesante: ese personaje de una mujer que decide, contra toda naturaleza (aunque el narrador la defina como “suficientemente humana”), “ir eliminando a su voluntad sus funciones vitales”.

Algo parecido hacen otros personajes de Gabo como Úrsula Iguarán en la novela Cien años de soledad, quien decide fijar el día de su muerte, como si controlara a tal punto su vida, y se prepara para recibirla en el lecho. Ocurre también en algunos de sus cuentos, como cuando el esposo de Prudencia Linero se muere después de haberse tomado fotos con toda su familia y sus vecinos en el cuento «Diecisiete ingleses envenenados» publicado en Doce cuentos peregrinos.

Opinión

Como dije al principio de esta reseña, a pesar de que el cuento fue escrito al comienzo de su carrera, no recomendaría empezar a leer por aquí la obra de Gabriel García Márquez. “Amargura para tres sonámbulos” es una narración vaga, indefinida y enigmática que podría confundir a un lector primerizo de Gabo.

Todos los cuentos de la Batalla de cuentos Gabo los he leído mínimo tres veces para poder agarrarles bien su sentido y detalles. Este lo leí cuatro veces (menos mal es corto, solo 4 páginas), y solo en esta última lectura comprendí la estructura temporal del cuento y me pude ubicar con un poco más de confianza para hablar de él.

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Sin embargo, «Amargura para tres sonámbulos» es un cuento interesante precisamente por esa vaguedad y ese manejo del enigma, por el tono oscuro que tiene y por lo sensorial que es por momentos.

Como dato curioso, Rubén Blades tiene un álbum inspirado en el libro Ojos de perro azul llamado «Agua de luna». La canción «No te duermas (Don’t Fall Asleep)» está inspirada en este cuento.

Referencias