Carta de una desconocida de Stefan Zweig es una historia emocionante y apasionada sobre un novelista que recibe una misteriosa carta que, en su lecho de muerte, le confiesa el obsesivo amor que le ha profesado toda su vida.

Título: Carta de una desconocida (Brief einer Unbekannten)
Autor:
Stefan Zweig
Género: novela corta
Año de publicación:
1922
Páginas:
40
Temas: amor romántico, secretos.
Calificación en Goodreads: 
4


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Cuando muchos lectores me dijeron insistentemente que leyera Carta de una desconocida de Stefan Zweig les seguí la recomendación porque este escritor es de esos que no fallan.

Yo había leído un par de obras de él, como El mundo de ayer, Novela de ajedrez o Una boda en Lyon y me habían encantado. Así que estaba casi seguro de que esta también me gustaría. Pero lo que no sabía es que me causaría tantas emociones: tristeza, angustia, desolación y hasta eso que los gringos llaman «cringe».

Pero por qué ¿de qué trata Carta de una desconocida?

Todo empieza cuando un famoso y consagrado escritor vienés recibe una misteriosa carta. La carta no lleva remitente y él no reconoce la letra, pero comienza a leerla.

Así es como el escritor, y nosotros los lectores, conocemos la historia de una mujer que, en su lecho de muerte, decide contarle a este hombre un secreto que ha guardado durante toda su vida, desde que tenía 13 años, cuando lo vio por primera vez y se enamoró de él.

En esta carta apasionante y apasionada le cuenta quién es ella, por qué le está escribiendo ahora que va a morir y por qué lo conoce tan bien, a pesar de que él no tiene ni idea de quien es ella. Y la razón es que esta mujer, cuyo nombre nunca se menciona, estaba obsesionada con el escritor (de nombre también desconocido): desde niña lo vigilaba, lo adoraba a tal punto que besaba el picaporte de la puerta de su casa o robaba las colillas de sus cigarrillos para indirectamente tocar sus labios.

Es que es ese amor romántico, enfermo, apasionado y masoquista. En un punto ella dice:

“Estaba dolida y quería estarlo; estaba embriagada de nostalgia y de no poder verte”

La historia transcurre en Viena entre la ópera y los tradicionales y exclusivos cafés de la ciudad. Por eso, como lectores sentimos el ambiente de clase de la ciudad de los músicos, reforzado por el estilo elegante y sofisticado de la prosa de Stefan Zweig: un escritor muy técnico y preciso que sabe manejar la tensión narrativa y el ritmo de la narración.

Zweig contruye el deseo del lector, lo estimula y juega con él. Acerca el enigma, lo aleja y vuelve a acercarlo de modo que uno pueda sospechar ese importante detalle que se guarda hasta muy avanzada la historia y que, cuando se revela, constituye el clímax de la misma.

Este libro, de solo 60 páginas, contiene en su brevedad una intensidad delirante. Además, gana inmensamente con las construcción profunda de la psicología de los personajes: por un lado, esa mujer enamorada y obsesiva desde la niñez; por el otro, un escritor apasionado, conquistador y egoísta.

«No hay nada en el mundo que sea equiparable al secreto amor de una niña que permanece en la penumbra y tiene pocas esperanzas. Es humilde y servil, tan receloso y apasionado como nunca puede serlo el amor inadvertidamente exigente y lleno de deseo de la mujer adulta.»

En la carta, la mujer narra cómo inició el amor por el escritor, cómo en un principio era infantil e inocente, y cómo después maduró en uno más decidido, celoso y sexual. Y eso a nosotros como lectores nos emociona porque queremos saber qué va a pasar entre los amantes.

La mujer que, como nos enteramos, logra un ascenso social, por fin logra acercarse a su amor platónico pero él, a pesar de las veces que la vió de niña y las otras tantas en eventos de la alta sociedad vienesa, nunca logra reconocerla. Y eso, esa oscuridad anónima en la que el don Juan hunde a su admiradora es el dolor más grande de la amante quien, a pesar de describirlo como atractivo, sedutor, complaciente, caballeroso y romántico, también en un momento lo llama egoísta, clasista, indolente e incapaz del compromiso. Ese análisis del amante y las propias razones de su conducta obsesiva, las expone la mujer (o Zweig) en la carta con una precisión, una delicadeza y un ritmo admirables.

«Después comprendí que esa mirada que atrae, que te envuelve y te desnuda a la vez, esa mirada de seductor consumado, era tu modo de mirar a todas las mujeres que se cruzaban en tu camino»

Y es que esta novela sí que tiene ritmo, no solo por la sonoridad sobria y medida de sus frases, sino por la estructura y esa especie de coro que marca una frase repetitiva, e importante, como la anáfora de un poema. Así, la carta encanta por su prosa, su historia y por la manera tan franca y directa en la que está escrita, logra un artilugio mágico con el lector.

Carta de una desconocida es, como dije, el relato de un hombre que recibe y lee una carta. Pero cuando nosotros los lectores leemos la carta inserta en la novela, y que lee el novelista, terminamos siendo nosotros los mismísimos receptores de la apasionada epístola: nos sentimos apelados, juzgados e increpados. Terminamos la novela, como el escritor la carta, con las manos temblorosas, un poco aturdidos después de tal melodrama.

Nunca he conocido a ningún hombre que se entregue en esos momentos con tanta ternura, que ofrezca su profunda intimidad con tanto altruismo y que después lo diluya todo en un olvido infinito, casi inhumano.

Película de Max Ophüls (1948)

Carta de una desconocida fue el libro propuesto en marzo para mis Lecturas conjuntas, en las que leemos un libro cada mes y lo discutimos por un en vivo en Youtube. A lo largo del mes envío alguna información sobre el libro y esta vez los inscritos a las #LCDE2023 recibieron el enlace para ver gratis la película online.

Se trata de Letter From an Unknown Woman, dirigida por Max Ophüls en 1948. Esta adaptación se ha convertido en un clásico del cine, alabada por la crítica y novedosa en su momento por el magistral manejo del punto de vista y la focalización. Hay tomas que hacen sugerir que nosotros como espectadores somos la chica (que en la película tiene nombre, Lisa, al igual que el escritor, Stefan), y logra así algo que también hace Zweig el libro: ponernos en la piel del personaje.

La película conserva casi intacta la esencia del libro. A mí, en general, me gustó. Pero al centrarse más en el romance de ambos pierde un poco en la profundidad psicológica de los personajes que es algo genial del libro y que mencioné anteriormente. 

Lo más lamentable de esto es que en el libro sentimos que al final el escritor no queda en extremo conmovido por la historia que acaba de leer e imaginamos que sigue con su vida disoluta y su carrera exitosa. En cambio en la película, el hombre (que no es ya un novelista sino un pianista), termina derrotado, con la carrera de concertista en su declive y arrepentido por haber dejado ir este amor verdadero.

Ver película Carta de una desconocida (1948) de Max Ophüls online:

Otras películas

Aunque sea la más célebre, la de Ophüls no es, sin embargo, la única adaptación que esta historia ha tenido al cine. En 1957 se estrenó la película Feliz año, amor mío, dirigida por el argentino Tulio Demicheli, rodada en México y protagonizada por Arturo de Córdova y Marga López. Después, en 2004 se produjo una nueva adaptación cinematográfica de la novela, Carta de una mujer desconocida, a cargo de Xu Jinglei.

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