"Una boda en Lyon" es un conmovedor cuento de Stefan Zweig sobre dos enamorados a quienes se les cumple su último deseo una noche antes de ser fusilados durante el Terror de la Revolución Francesa.

Título: Una boda en Lyon (Die Hochzeit von Lyon).
Autor:
Stefan Zweig.
Género: cuento.
Año de publicación:
1927.
Páginas:
10
Temas: humanidad, guerra, amor
Calificación en Goodreads: 
4

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Cuando viajo siempre me gusta leer obras que ocurran en los lugares que visito. Es una especie de peregrinaje, una forma de viajar y ver el mundo a través de la literatura.

Por eso, ahora que estoy en Lyon por unos meses, busqué leer algún libro que ocurriera acá. Sabía de El Principito, cuyo autor, Antoine de Saint-Exúpery, es lionés, pero esa tierna historia ocurre en planetas muy lejanos. Había otro: Pantagruel y Gargantúa, la obra de Rabelais (que vivió en Lyon), pero por su extensión y dificultad no era muy práctico para el ejercicio.

Seguía sin encontrar nada, hasta que un día, casi por accidente, tropecé con un relato que ocurría en Lyon. Era corto y, además, había sido escrito por un autor maravilloso. El cuento es “Una boda en Lyon” del austriaco Stefan Zweig. Así que lo compré inmediatamente para el Kindle en la edición de Acantilado que viene acompañado de otros tres relatos.

Solo he leído este que le da el nombre al libro pues es el único que transcurre en Lyon. Me lo devoré en una sentada un mediodía de domingo a las orillas del río Saona. La historia me atrapó de inmediato y no olvidaré nunca este momento de lectura.

A finales del siglo XVIII, Francia se encuentra en lo que se conoce como el periodo de El Terror, donde el gobierno revolucionario reprimió duramente a quienes se le oponían. Lyon se había levantado contra los mandatos de la Asamblea Nacional en París y por ello había sido condenada: la ciudad, con sus edificios y monumentos, sería destruida y todos aquellos que se opusieran a la revolución serían fusilados.

Por eso un día una joven, desconsolada por el asesinato de su prometido, se dirige al Ayuntamiento a increpar a quienes habían ordenado la sentencia a su enamorado. Pero su valentía le sale cara pues allí mismo es también condenada. La apresan y la conducen a un sótano donde deberá esperar su ejecución al siguiente día.

Pero en aquella triste celda la espera una sorpresa. Recostado y pensativo mirando hacia afuera por una pequeña ventana en el sótano se encuentra un hombre que la joven ve al llegar y su corazón da un vuelco. ¡Es su prometido!

Presas de una felicidad desbordante, los dos enamorados se abrazan y se cuentan su historia. Tal es su alegría que por un instante los demás condenados olvidan su mortal destino y deciden, en un acto de compasión y humanidad, darle a la joven pareja el único y más grande regalo que podían concederles: una ceremonia y una noche de bodas en la víspera de su muerte.

Así es como el lúgubre sótano termina convirtiéndose en un templo. Un sacerdote revolucionario, también condenado allí, los casa y la pareja pasa su primera y última noche como esposos en un lecho de paja. Al siguiente día los recién casados abrieron, en silencio pero jubilosos, la marcha de los reos que esa tarde serían fusilados y arrojados al Ródano “cuya corriente rápida e impasible se tragó el rostro y la suerte de aquellos desconocidos.”

Una boda en Lyon fuente jacobins
Fuente de los Jacobinos, Lyon.

Mi escueto resumen de esta historia no le hace justicia a la finura con que Stefan Zweig nos cuenta este pequeño instante en la vida de dos amantes. El claro contexto histórico, las sutilezas en los detalles que evocan escenarios y sensaciones vívidas en el lector, la elegancia de la prosa y lo conmovedor de la historia la hacen digna de leer y releer.

En “Una boda en Lyon” Zweig critica la persecución política y religiosa durante la Revolución francesa y el Terror jacobino. Un periodo terrorífico y sangriento donde “las minas de pólvora dinamitaban filas enteras de los más soberbios edificios de la ciudad”, y la guillotina, “dudosa e insuficiente”, era reemplazada por “los fusilamientos en masa y el fuego de metralla” que “ despachaban con una salva a cientos de condenados”.

La lectura del cuento deslumbra por esa prosa elegante y delicada con que se relatan los episodios. Zweig pinta imágenes de una fuerza increíble y usa recursos llenos de significado, leitmotivs que guían el relato como aquel de la vela en la celda a cuya llama se aferran los condenados y que parece reflejar sus ánimos:

“La llama azul de la vela tembló como si quisiera escapar de su cuerpo de cera, y con ella, palpitante, el miedo se lanzó al encuentro de lo desconocido.”

“Y aquellas juveniles siluetas ya habían prendido cuerpo contra cuerpo, boca contra boca, como dos llamas de un mismo fuego

“Reinaba un silencio tal que ni siquiera las velas se movían.”

“Algunos, sentados a la única mesa de madera que les permitían tener y a la trémula luz de las velas, escribían apresuradas cartas de despedida, sabiendo que su vida se habría apagado antes de que en aquel frío espacio lo hiciera la llama de azules temblores.”

Estas imágenes crean un ambiente propicio para el sentimiento de desolación inicial en la celda que pasa a felicidad y sosiego, para terminar en un final a la vez triste y hermoso.

Zweig hace nuevamente aquí algo por lo que es conocido: crear un relato conmovedor e inolvidable que rescata los destellos más brillantes de humanidad durante los momentos más oscuros de la historia.

¿Cónocías el relado «Una boda en Lyon» de Stefan Zweig?