En un mundo de twits de 280 caracteres, historias y Tiktoks de 15 segundos donde nuestra retención es corta, leer es un acto de rebeldía que nos invita a un goce más prolongado y significativo.

Si hay un deseo, uno solo, que define nuestra vida hoy en día es «quiero todo a la mano, rápido y conciso».

time-lapse photography of Oriental Pearl Tower

Llevamos en nuestros bolsillos dispositivos que nos ponen el mundo a la mano en segundos. Producimos y consumimos información como nunca antes en la historia y nuestro tiempo de concentración se ha reducido a instantes. Nuestra atención va de un lado al otro, consumiendo todo tipo de contenido, información fragmentada que procesamos y descartamos en segundos.

Esto es sobre todo cierto con las redes sociales que están diseñadas para suplir esa demanda instantánea de información: mensajes de 280 caracteres en Twitter, historias en Instagram y Tiktok de 15 segundos que descartamos rápidamente.

🔗 6 libros que leeré en 2021 (y que recomiendo mucho leer)

Estamos constantemente pasando de una aplicación a otra, cualquier segundo muerto de nuestro día lo llenamos con un scroll de feed. Y son esas pequeñas dosis que nos damos a cada momento las que interrumpen nuestra concentración, las que no nos dejan estar enfocados en una sola actividad al tiempo.

person holding black iphone 4

No sé ustedes, pero yo me he descubierto mirando el celular varias veces en pocos minutos, cogiéndolo sin siquiera saber por qué, abriendo una aplicación que cerré hace un instante.

Mi atención está fragmentada todo el tiempo, me es difícil lograr periodos largos de concentración. He tenido que llegar a instancias drásticas como esta en la que estoy ahora, escribiendo este artículo en una aplicación (magnífica llamada Cold Turkey) que bloquea todo, absolutamente todo de mi PC y mi celular (Tide) para poder concentrarme en solo una cosa por solo media hora… al menos.

Y no es que esté mal esta forma rápida e instantánea de obtener información; es realmente útil a veces, en algunas circunstancias, pero no en todas.

Hay actividades que necesitan de periodos más largos de concentración y que son hermosas precisamente por eso. Pensemos en correr una maratón, tocar un instrumento, pintar o escribir un libro.

woman playing piano

Estas son tareas que necesitan de toda nuestra atención, que exigen concentración y dedicación por largos periodos de tiempo.

¿Se imaginan una etapa de ciclismo en la que Rigo parara a ver qué han publicado los otros corredores; un concierto en el que, en mitad de una obra, el director revisara qué fotos le han tomado desde las gradas?

Terrible, ¿no?

Pero es que es esa capacidad de concentrarse, de estar enfocado en cada detalle de una tarea lo que hace que la hagamos bien esta vez, y mejor la próxima. Esos largos periodos de concentración son difíciles de lograr, y por eso mismo son valiosos. Por eso deberíamos practicar esa habilidad todos los días.

🔗 7 consejos para entender los libros más difíciles de leer

Yo he descubierto que leer es una de esas actividades que me permite eso. Porque leer exige situarse en un contexto más amplio, requiere mayor concentración y la capacidad de formarse una idea, un paisaje, una situación a partir de todos los elementos que nos da la obra.

Leer libros, sobre todo los largos, nos permiten eso: comprometernos con una historia compleja que nos exige conectar ideas, recordar datos y recorrer un camino con el personaje.

Ahora, por esta situación pandémica, todos pasamos más tiempo que nunca en pantallas: estudiando, trabajando, hablando con amigos. Por eso creo que ahora, más que nunca, es importante encontrar una actividad que nos desconecte, que nos permita estar alejados de la luz de los dispositivos, de esas ráfagas de información colorida, efímera y ruidosa.

Y leer da eso: un momento de tranquilidad, de concentración prolongada, de dejar a mi mente crear, e imaginar, de ir más lento, de disfrutar la lentitud.

Sentarse tranquilo en un mueble cómodo, con un café, un té o agua, abrir un libro, sentir sus páginas y escuchar nuestra voz que recorre las palabras es hoy más importante que nunca.

🔗 Lee como Bill Gates: estos son sus poderosos los hábitos de lectura

No sé… estuve pensando esto en los últimos días y quería compartirlo con ustedes porque quizás estén pasando por la misma sensación de sentirse fatigados con información sobre estimulante, con el hecho de que no podamos completar una tarea o concentrarnos enteramente en algo.

Alejarse un poco del ruido de la masa, aprender cosas nuevas, explorar ideas y caminos desconocidos, hacer cosas que reten nuestras capacidades y nos exijan más siempre traerá crecimiento.

Y por eso leer es importante, hoy, más que nunca.

¡Buena lectura!

-Luismi.

Hola lector, ¿te gustó este artículo?

¡Compártelo con tus amigos y tu familia!